Los diferentes marcos de discusión actuales que enfrenta la educación sobre cómo dar respuesta con acierto a los nuevos retos que se plantean en nuestras sociedades, demandan una revisión pedagógica y crítica de los modelos tradicionales de enseñanza, que no sirven para educar al niño en el siglo de la tecnología.
Durante las dos últimas centurias, se produce la aparición de un amplio número de escuelas de distinta índole, y de corrientes pedagógicas tanto en España como provenientes de las diferentes corrientes pedagógicas internacionales que progresivamente se introducen en España.
En esta época que vivimos, predominada por la tecnología y la necesidad de emprendimiento, es necesaria una nueva revisión crítica de los modelos de enseñanza que tenemos, que provienen en gran medida de aquella época de la industrialización y demuestran que la educación plantea necesidades nuevas. Esta revisión debe ser hecha por todos los miembros de la sociedad educativa. Y ésta empieza a apostar por el trabajo por proyectos.
Se ve como una corriente sin marcha atrás y como el paso necesario para una transformación más profunda del Sistema Educativo. En una sociedad en la que todo gira y cambia a mucha velocidad, con unos jóvenes con inquietudes totalmente diferentes y posibilidad de acceso a fuentes ilimitadas de conocimiento, carece de lógica resistir al cambio con un modelo obsoleto que nos viene de la Revolución Industrial y de los últimos dos siglos.
¿Por qué el método convencional no funciona? Simplemente porque la información a diferencia de hace 50 años es accesible de forma instantánea, por lo que en consecuencia, la memorización deja de ser la habilidad principal para muchas profesiones. Se requieren de otras habilidades y destrezas. Y ahora es mejor aprender por el método por proyectos, porque se comprueba que se aprende más cuando se interacciona y participa activamente con el contenido en vez de sentarse en una silla y estar escuchando y mirando, y ser simplemente un agente pasivo.
Esa necesidad de renovar el Sistema Educativo ha llevado ya a determinados centros, verbigracia, el colegio Sadako, o el Sils, de Barcelona, a innovar y poner en práctica métodos novedosos, principalmente, el método por proyectos.
La escuela futura - futuro cercano esperemos- trabaja mediante grupos de alumnos que colaboran entre sí, donde varios profesores de diferentes disciplinas guían al estudiante mientras desarrolla sus proyectos. Se organizan actividades alrededor de un fin común, sobre temas definidos por los intereses de los estudiantes y con el compromiso adquirido por ellos. De esta forma se aumenta la motivación del alumnado y del profesorado. Se prevé de todo este proceso regenerador una futura escuela sin libros, sin asignaturas, sin horarios y donde primará la evaluación continua. Desde hace tiempo que se debate sobre la innovación educativa, desafortunadamente descompasada de la Administración y de los agentes políticos.
En primaria, este modelo no es nuevo, especialmente en la escuela catalana, tanto en la privada como en la pública. Quizás lo más novedoso es lo que están haciendo, desde hace siete u ocho años institutos públicos como el de Sils, en el Gironès, o el Quatre Cantons de Barcelona, donde han extendido el modelo a la Educación Secundaria, que es a su vez la etapa donde se producen más conflictos.
Para instaurar de forma generalizada el modelo (no hablando nunca de un modelo único y cerrado), se hace necesario un cambio de mentalidad. Y este cambio debe producirse tanto en los padres y familias del alumnado como en el profesorado.
El Aprendizaje Basado en Proyectos es un método docente donde el estudiante es el protagonista de su propio aprendizaje. El profesor se asegura que el alumno tenga lo necesario para resolverlo y para que en su resolución desarrolle las destrezas necesarias. El aprendizaje de conocimientos tiene la misma importancia que la adquisición de habilidades y actitudes.
El proyecto empieza con un enunciado sugerente. Este no tiene una respuesta simple o cerrada basada en información, sino que requiere del ejercicio del pensamiento crítico para su resolución. El proyecto ayuda a modelar el pensamiento crítico, a juzgar entre diferentes opciones y disyuntivas, optimizar el camino para realizar una tarea, contrastar la evidencia, revisar las ideas de origen, organizar y elaborar un plan, síntesis en una argumentación, etc.
Habrá posibilidades para que el alumnado realice investigaciones que le permitan el aprendizaje de nuevos conceptos e ideas, aplicar la información y representar su conocimiento de muchas maneras diferentes. El profesorado les dotará de herramientas cognitivas y ambientales de aprendizaje. Para ello, es necesaria la inversión, puesto que los colegios necesitarán nuevo tipos de aulas, quizás más espaciosas en superficie y volumen para acoger grupos mayores, nuevos laboratorios, medios informáticos, mejores redes gráficas y de telecomunicaciones.
El trabajo por proyectos ayuda al desarrollo de la persona; los alumnos adquieren la experiencia y el espíritu de trabajar en grupo, además de adquirir unas habilidades sociales relacionadas con el trabajo en grupo, la planificación, el debate, la discusión y evaluación de capacidades, aspectos que les servirá para su posterior vida profesional y les hará desarrollar competencias para sus futuros puestos de trabajo.
Como bien afirma Rojas (2005), parafraseado por Maldonado (2008), el trabajo por proyectos permite establecer la conexión entre el aprendizaje en la escuela y la realidad, y entre las diferentes disciplinas.
Entre los objetivos más característicos del aprendizaje basado en proyectos encontramos, el fomento de la creatividad, la responsabilidad individual, el trabajo colaborativo, la capacidad crítica, la toma de decisiones, la eficiencia y la facilidad de expresar opiniones personales.
La siempre inacabada historia de la renovación pedagógica española, acoge un rico y variado legado de propuestas que conforman una crónica que discurre paralela al momento histórico, político y social. En el tiempo actual, el método de trabajo por proyectos está cogiendo la delantera a otras metodologías, para dar respuesta con acierto a los nuevos retos que se plantean en nuestras sociedades.
Durante las dos últimas centurias, se produce la aparición de un amplio número de escuelas de distinta índole, y de corrientes pedagógicas tanto en España como provenientes de las diferentes corrientes pedagógicas internacionales que progresivamente se introducen en España.
En esta época que vivimos, predominada por la tecnología y la necesidad de emprendimiento, es necesaria una nueva revisión crítica de los modelos de enseñanza que tenemos, que provienen en gran medida de aquella época de la industrialización y demuestran que la educación plantea necesidades nuevas. Esta revisión debe ser hecha por todos los miembros de la sociedad educativa. Y ésta empieza a apostar por el trabajo por proyectos.
Se ve como una corriente sin marcha atrás y como el paso necesario para una transformación más profunda del Sistema Educativo. En una sociedad en la que todo gira y cambia a mucha velocidad, con unos jóvenes con inquietudes totalmente diferentes y posibilidad de acceso a fuentes ilimitadas de conocimiento, carece de lógica resistir al cambio con un modelo obsoleto que nos viene de la Revolución Industrial y de los últimos dos siglos.
¿Por qué el método convencional no funciona? Simplemente porque la información a diferencia de hace 50 años es accesible de forma instantánea, por lo que en consecuencia, la memorización deja de ser la habilidad principal para muchas profesiones. Se requieren de otras habilidades y destrezas. Y ahora es mejor aprender por el método por proyectos, porque se comprueba que se aprende más cuando se interacciona y participa activamente con el contenido en vez de sentarse en una silla y estar escuchando y mirando, y ser simplemente un agente pasivo.
Esa necesidad de renovar el Sistema Educativo ha llevado ya a determinados centros, verbigracia, el colegio Sadako, o el Sils, de Barcelona, a innovar y poner en práctica métodos novedosos, principalmente, el método por proyectos.
La escuela futura - futuro cercano esperemos- trabaja mediante grupos de alumnos que colaboran entre sí, donde varios profesores de diferentes disciplinas guían al estudiante mientras desarrolla sus proyectos. Se organizan actividades alrededor de un fin común, sobre temas definidos por los intereses de los estudiantes y con el compromiso adquirido por ellos. De esta forma se aumenta la motivación del alumnado y del profesorado. Se prevé de todo este proceso regenerador una futura escuela sin libros, sin asignaturas, sin horarios y donde primará la evaluación continua. Desde hace tiempo que se debate sobre la innovación educativa, desafortunadamente descompasada de la Administración y de los agentes políticos.
En primaria, este modelo no es nuevo, especialmente en la escuela catalana, tanto en la privada como en la pública. Quizás lo más novedoso es lo que están haciendo, desde hace siete u ocho años institutos públicos como el de Sils, en el Gironès, o el Quatre Cantons de Barcelona, donde han extendido el modelo a la Educación Secundaria, que es a su vez la etapa donde se producen más conflictos.
Para instaurar de forma generalizada el modelo (no hablando nunca de un modelo único y cerrado), se hace necesario un cambio de mentalidad. Y este cambio debe producirse tanto en los padres y familias del alumnado como en el profesorado.
El Aprendizaje Basado en Proyectos es un método docente donde el estudiante es el protagonista de su propio aprendizaje. El profesor se asegura que el alumno tenga lo necesario para resolverlo y para que en su resolución desarrolle las destrezas necesarias. El aprendizaje de conocimientos tiene la misma importancia que la adquisición de habilidades y actitudes.
El proyecto empieza con un enunciado sugerente. Este no tiene una respuesta simple o cerrada basada en información, sino que requiere del ejercicio del pensamiento crítico para su resolución. El proyecto ayuda a modelar el pensamiento crítico, a juzgar entre diferentes opciones y disyuntivas, optimizar el camino para realizar una tarea, contrastar la evidencia, revisar las ideas de origen, organizar y elaborar un plan, síntesis en una argumentación, etc.
Habrá posibilidades para que el alumnado realice investigaciones que le permitan el aprendizaje de nuevos conceptos e ideas, aplicar la información y representar su conocimiento de muchas maneras diferentes. El profesorado les dotará de herramientas cognitivas y ambientales de aprendizaje. Para ello, es necesaria la inversión, puesto que los colegios necesitarán nuevo tipos de aulas, quizás más espaciosas en superficie y volumen para acoger grupos mayores, nuevos laboratorios, medios informáticos, mejores redes gráficas y de telecomunicaciones.
El trabajo por proyectos ayuda al desarrollo de la persona; los alumnos adquieren la experiencia y el espíritu de trabajar en grupo, además de adquirir unas habilidades sociales relacionadas con el trabajo en grupo, la planificación, el debate, la discusión y evaluación de capacidades, aspectos que les servirá para su posterior vida profesional y les hará desarrollar competencias para sus futuros puestos de trabajo.
Como bien afirma Rojas (2005), parafraseado por Maldonado (2008), el trabajo por proyectos permite establecer la conexión entre el aprendizaje en la escuela y la realidad, y entre las diferentes disciplinas.
Entre los objetivos más característicos del aprendizaje basado en proyectos encontramos, el fomento de la creatividad, la responsabilidad individual, el trabajo colaborativo, la capacidad crítica, la toma de decisiones, la eficiencia y la facilidad de expresar opiniones personales.
La siempre inacabada historia de la renovación pedagógica española, acoge un rico y variado legado de propuestas que conforman una crónica que discurre paralela al momento histórico, político y social. En el tiempo actual, el método de trabajo por proyectos está cogiendo la delantera a otras metodologías, para dar respuesta con acierto a los nuevos retos que se plantean en nuestras sociedades.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
LA CUEVA, A. (1998). La Enseñanza por proyectos: ¿Mito o
reto? Revista Iberoamericana de educación, ISSN-e 1022-6508, Nº 16, 1998
(Ejemplar dedicado a: Educación Ambiental y Formación: proyectos y
experiencias), págs. 165-190. Disponible en: http://www.rieoei.org/oeivirt/rie16a09.pdf
MALDONADO, M. (2008). Aprendizaje basado en proyectos
colaborativos. Una experiencia en educación superior. Laurus, Vol. 14, Núm. 28,
septiembre-noviembre, 2008, pp. 158-180 Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Venezuela. Disponible en: http://web.archive.org/web/http://redalyc.uaemex.mx/pdf/761/76111716009.pdf
